En función de las exigencias de transporte, de las capacidades requeridas y de las características del material, como peso específico, granulometría, fluidez e higroscopia, se elige la solución más adecuada entre transporte neumático y transporte mecánico.
De entre los transportadores mecánicos, los de cadena y sinfín son idóneos para materiales pulverulentos, las cintas transportadoras se utilizan para el desplazamiento de materiales con diferentes granulometrías, mientras que los elevadores de cangilones permiten desplazar el producto en altura.
El transporte neumático es un proceso por medio del cual los materiales a granel se transportan desde una o más fuentes hasta uno o más destinos, utilizando un flujo de gas inerte, en general aire, como medio de transporte. Cuando las distancias a recorrer son de medianas y grandes y los recorridos complejos o no rectilíneos, la tecnología del transporte neumático es la más idónea y conveniente ya que garantiza mayor flexibilidad y ausencia de contaminación del material con el ambiente externo.
Los transportes neumáticos en fase diluida funcionan constantemente tanto en empuje como en aspiración. Esta tecnología permite desplazar, a bajo costo, productos pulverulentos y granulares de todos los sectores industriales. Si por el contrario, los materiales son frágiles, abrasivos o son mezclas, el transporte neumático en fase densa constituye la tecnología óptima para garantizar la completa integridad del producto y la eficiencia energética. La tecnología en fase densa posee un funcionamiento discontinuo y permite el manejo de materiales a granel de baja densidad.